El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha llegado una vez más a Israel en su undécimo viaje a la región durante el conflicto, en un intento por revitalizar la esperanza de un alto el fuego en Gaza. La situación es crítica, con ataques persistentes de Israel en Líbano y 101 rehenes retenidos en el enclave palestino durante más de un año. El escenario está marcado por una crisis humanitaria en Gaza, que cuenta con más de 42,600 muertos, lo que subraya la urgencia de las negociaciones. Blinken tiene previsto reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, poco tiempo después de que tropas israelíes acabaran con la vida del líder de Hamás, Yahia Sinwar, lo que ha dejado entrever la posibilidad de una tregua que pudiera facilitar el intercambio de prisioneros palestinos por los rehenes.
En este delicado marco geopolítico, Israel y Estados Unidos también se encuentran debatiendo sobre la respuesta a un ataque con misiles de Irán ocurrido el 1 de octubre. Este ataque fue descrito como «letal» y «sorpresivo», aunque las autoridades israelíes sugieren que podría no estar dirigido a su programa nuclear o infraestructuras energéticas. Las conversaciones del 8 de octubre entre el presidente estadounidense Joe Biden y Netanyahu revelan un tono de incertidumbre al respecto, reflejando la complejidad de las relaciones internacionales involucradas. En tanto, los ataques israelíes en Gaza continúan, con una nueva orden de evacuación en la localidad de Beit Lahia, lo que subraya la tensión creciente en la región y la apremiante búsqueda de una solución diplomática.
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