La Ruta Wixárika, que abarca más de 500 kilómetros entre los estados de Jalisco, Nayarit, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí, ha sido recientemente incorporada a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Este reconocimiento marca un hito en la protección y justicia para las culturas indígenas de México, subrayando la importancia de las prácticas tradicionales que contribuyen a la preservación del medio ambiente. La comunidad wixárika considera esta inscripción como una herramienta fundamental para la supervivencia de su cultura, otorgando la máxima protección legal a su patrimonio bajo el derecho internacional. Esta es la primera vez que una tradición indígena viva recibe tal honor, destacando la profunda conexión cultural y espiritual del pueblo wixárika con su entorno.
El pueblo wixárika, habitante de la Sierra Madre Occidental, es conocido por su rica cosmovisión centrada en la espiritualidad y su relación con la naturaleza. Elementos como el sol, la luna y el peyote, conocido como hikuri, forman parte esencial de sus creencias y rituales sagrados. La Ruta Wixárika es crucial para la práctica de sus ceremonias rituales que aseguran la prosperidad agrícola y el bienestar comunitario. Además, el arte wixárika, famoso por el uso de chaquiras y bordados llenos de color, refleja historias y creencias ancestrales, actuando como portales hacia un mundo espiritual en el que se comunican con sus deidades. La declaración de la Unesco subraya la importancia cultural de esta comunidad, que ha mantenido vivas sus tradiciones en un entorno desafiante.
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