La semana pasada, el conocido productor de cine asociado con clásicos como ‘Pulp Fiction’ declaró su intención de emprender acciones legales contra la ciudad de Nueva York y su departamento de prisiones. El productor, actualmente cumpliendo condena en la prisión de Rikers Island, argumenta que se le ha negado acceso a los servicios médicos adecuados mientras espera la resolución de un nuevo juicio. Según sus declaraciones, esta supuesta negligencia en la atención médica podría poner en riesgo su salud, lo que ha motivado la decisión de interponer la demanda.
Esta situación ha vuelto a poner el foco sobre las condiciones de las instalaciones carcelarias en Rikers Island, una prisión que ya ha sido objeto de críticas y demandas en el pasado por problemas relacionados con el bienestar de los internos. Defensores de derechos civiles han señalado reiteradamente deficiencias en el sistema de salud del recinto penitenciario, argumentando que la infraestructurá no está equipada para atender adecuadamente las necesidades médicas de los internos. La iniciativa del productor podría avivar el debate sobre las condiciones de las prisiones y su capacidad para proporcionar servicios básicos como la atención médica.
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