Elon Musk ha emergido como un aliado clave para la campaña republicana en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, utilizando su influencia en redes sociales, especialmente su perfil en X, para apoyar abiertamente a Donald Trump. Musk ha criticado a la candidata demócrata Kamala Harris, mostrando así su postura política claramente alineada con el partido republicano, a diferencia de la tendencia históricamente progresista del sector tecnológico. Este respaldo se ha materializado en eventos públicos, incluido un mitin con Trump, mientras el expresidente insinúa estar en contacto con otros gigantes tecnológicos como Sundar Pichai de Google y Mark Zuckerberg de Meta. A pesar de la negación de Zuckerberg sobre un supuesto apoyo a Trump, el republicano continúa cuestionando el papel de las tecnológicas, aunque sin una clara inclinación hacia Harris.
Mientras tanto, el respaldo en Silicon Valley no es unánime hacia los demócratas. Kamala Harris, que anteriormente cerró acuerdos de privacidad con grandes tecnológicas como Apple y Microsoft, enfrenta una percepción crítica desde el sector debido a las políticas antimonopolio de la administración Biden, lo que ha llevado a algunos contribuyentes a condicionar su apoyo económico. Sin embargo, líderes como el cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman, y Reed Hastings de Netflix, se manifiestan a favor de Harris. Además, la candidata ha buscado reforzar relaciones en el entorno tecnológico prometiendo un enfoque en la inteligencia artificial y la computación cuántica, intentando atraer el apoyo de Silicon Valley, donde iniciativas como VCforKamala agrupan a más de 800 directivos del venture capital en apoyo a su candidatura.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.