En un mitin al aire libre celebrado en Grand Rapids, Míchigan, la vicepresidenta Kamala Harris intensificó sus críticas hacia el expresidente Donald Trump, poniendo en duda su capacidad de liderar al país. Harris cuestionó la salud de Trump y su disposición para desempeñar el «trabajo más duro del mundo», haciendo referencia a las recientes cancelaciones de debates y entrevistas por parte del expresidente, atribuibles, según su equipo, al agotamiento. Desde un estado clave para la industria automotriz, Harris recordó que durante la presidencia de Trump se cerraron seis fábricas importantes y subrayó el compromiso de la administración actual de asegurar que Estados Unidos, en lugar de China, lidere la competencia comercial en este siglo.
Asimismo, Harris aprovechó la oportunidad para movilizar a los votantes de Míchigan, recordándoles que el 26 de octubre comienza la votación anticipada en el estado, e instándolos a ejercer su derecho. La vicepresidenta también criticó la protección del Tribunal Supremo hacia Trump durante su mandato y advirtió sobre las posibles implicaciones de su reelección, especialmente en términos de su retórica y acciones autoritarias. En un llamado vehemente, Harris argumentó que nadie que haya sugerido el fin de la Constitución de Estados Unidos, como en su opinión lo ha hecho Trump, debería ocupar nuevamente la presidencia del país, concluyendo con un rotundo «nunca más».
Leer noticia completa en El Pais.