El Barça atraviesa un periodo complicado, evidenciado por un descenso en su rendimiento en el campo. Esta situación ha llevado al técnico a abandonar su tradicional postura conciliadora en varias ocasiones, reflejando la tensión interna del equipo. Este cambio de actitud podría tener consecuencias más allá de lo deportivo, ya que existe la posibilidad de que el entrenador no esté presente en el próximo clásico, un enfrentamiento crucial en la agenda futbolística.
El entorno del equipo se encuentra en un delicado equilibrio, presionado por las expectativas de los aficionados y el rendimiento que no termina de despegar. La ausencia del técnico en el clásico plantearía un desafío adicional para el Barça, que necesita replantearse estrategias para recuperar su forma y mantener sus aspiraciones en la liga. Mientras tanto, las decisiones y ajustes en el banquillo continúan siendo objeto de intenso escrutinio y debate.
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