Israel ha puesto en libertad a aproximadamente 2.000 presos palestinos como parte de un acuerdo de alto el fuego promovido por el expresidente Donald Trump, que entrará en vigor hoy en Israel y Egipto. Este intercambio fue pactado tras largas negociaciones y busca aliviar la tensión en la región, que ha sido escenario de constantes enfrentamientos en los últimos meses. El acuerdo forma parte de un esfuerzo diplomático más amplio liderado por Estados Unidos para estabilizar la situación en el Medio Oriente, marcando un movimiento significativo en las relaciones israelí-palestinas.
La liberación de los presos ha sido recibida con júbilo en las calles palestinas, aunque con cierto escepticismo sobre su impacto a largo plazo en el conflicto. Mientras tanto, el alto el fuego también ha sido acogido con cautela por la comunidad internacional, que sigue de cerca el cumplimiento de los términos acordados por ambas partes. Este gesto ha sido visto como un paso positivo hacia la paz, aunque expertos advierten que el camino hacia una solución duradera sigue siendo incierto y complejo.
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