En un desarrollo significativo dentro del frágil alto el fuego en la región, Israel ha acordado la excarcelación de 602 presos palestinos en lo que se ha descrito como el canje más numeroso hasta la fecha. Este intercambio se produce en un momento crítico de las negociaciones, marcando posiblemente el cierre de la primera fase de las mismas. El gesto busca, además, consolidar un clima favorable que permita la continuidad de las conversaciones de paz entre ambas partes, con el objetivo de evitar el resurgimiento de hostilidades que pudieran amenazar la estabilidad alcanzada.
Por otro lado, la liberación masiva de presos ha sido recibida con reacciones mixtas tanto en Israel como en los territorios palestinos. Mientras algunos sectores celebran el intercambio como un avance hacia la pacificación y un alivio humanitario, otros critican que este tipo de acuerdos podrían inducir a un incremento de tensiones internas, dado que el número significativo de liberados podría entrar en conflicto con la seguridad regional. La comunidad internacional, por su parte, sigue muy de cerca el desarrollo de estos eventos, esperando que se traduzcan en un compromiso a largo plazo por parte de ambos actores involucrados para transformar el alto el fuego en una paz duradera.
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