Son veinte los israelíes que aún permanecen retenidos tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023. En su mayoría civiles, estos rehenes fueron secuestrados en el contexto de la masacre ocurrida durante el festival Nova, cerca de la frontera con Gaza, donde también fueron asesinadas 378 personas. Entre los cautivos, se incluyen tanto civiles como militares, y sus edades oscilan entre los 21 y 48 años. El destino de otros dos rehenes, el soldado israelí Tamir Nimrodi y el estudiante nepalí Bipin Joshi, sigue siendo incierto. Se ha acordado un alto el fuego que implica el intercambio de los cautivos por aproximadamente 2.000 prisioneros palestinos, junto con la entrega de los cuerpos de otros secuestrados.
Entre los cautivos destacan distintos perfiles: Nimrod Cohen y Matan Angrest, ambos militares; Alon Ohel y Bar Kupershtein, heridos durante su captura en el festival; y los hermanos Ariel y David Cunio, capturados junto a sus familias en un kibutz. Otros, como Avinatan Or, reconocido por su relación con un vídeo viral, y Evyatar David, grabado cavando su propia tumba, simbolizan la compleja red de orígenes y contextos de los rehenes, que incluyen nacionalidades múltiples y variados trasfondos profesionales, desde músicos hasta paramédicos. Las historias de estos individuos reflejan la angustia de un conflicto cuyos efectos directos e indirectos reverberan en las vidas de cientos de personas y en la política regional.
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