Uno de los fósiles más emblemáticos de América ha recibido una nueva denominación científica: ‘Traskasaura sandrae’. Este reptil, originario del Cretácico Superior, mide 12 metros y es reconocido por su largo cuello y su impresionante conjunto de dientes pesados y afilados. El hallazgo proporciona una nueva perspectiva sobre la diversidad de la fauna prehistórica que habitó el continente, contribuyendo a un mejor entendimiento de los ecosistemas antiguos y su evolución a lo largo del tiempo.
El renombramiento de este fósil ha sido recibido con entusiasmo por la comunidad científica, ya que abre nuevas líneas de investigación sobre la paleobiología y el comportamiento de los grandes reptiles de esa era. Los investigadores destacan la importancia de reexaminar fósiles conocidos con técnicas modernas para descubrir detalles anteriormente pasados por alto. Este nuevo enfoque podría revelar información crucial sobre cómo estos antiguos depredadores se adaptaban a su entorno, arrojando luz sobre el complejo tejido de la vida en el Cretácico Superior.
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