Guillermo Fernández Vara, reconocido doctor en Medicina y experto forense, fue una figura central en la política extremeña durante más de tres décadas. Su compromiso con el servicio público comenzó cuando Juan Carlos Rodríguez Ibarra lo eligió para liderar el área de Salud Pública y Consumo en Extremadura. A partir de ahí, escaló posiciones como consejero de Bienestar Social y Sanidad, hasta convertirse en presidente de la Junta con un sólido respaldo ciudadano. A lo largo de su carrera, su gestión estuvo marcada por un firme compromiso con sus principios, un enfoque que a menudo lo llevó a desafiar la línea de su partido. A pesar de las tensiones y discrepancias, sus relaciones nunca se rompieron irreparablemente, y siempre se le recordó por su capacidad para abordar conflictos sin estridencias.
Fernández Vara también jugó un papel crucial en las disputas internas del Partido Socialista, apoyando a Susana Díaz en las primarias contra Pedro Sánchez, aunque posteriormente mostró lealtad al liderazgo de Sánchez mientras su foco principal seguía siendo Extremadura. Esta lealtad le valió la confianza continua del presidente del Gobierno, a pesar de sus firmes posturas cuando los intereses de su región estaban en juego. Durante su vida política, Fernández Vara mantuvo una postura de socialdemócrata clásico, apasionado por su tierra y por un enfoque nacional. Su capacidad para cerrar capítulos y buscar la unidad, al igual que hizo en sus relaciones con otros líderes como Rubalcaba, fue un sello de su carrera. Al final de su trayectoria, se mantuvo activo desde el Senado, promoviendo el diálogo y el progreso, y dejando un legado de principios y humanidad en la política española.
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