Crear slime en casa ha captado la atención de niños y adultos, convirtiéndose en una tendencia lúdica que muchos disfrutan. Sin embargo, las recetas tradicionales suelen incluir ingredientes como el borax o el pegamento, que pueden representar riesgos o ser difíciles de conseguir. Por suerte, existe una alternativa más segura y accesible que permite disfrutar de esta actividad sin preocupaciones.
Para elaborar slime sin necesidad de borax ni pegamento, se requiere de almidón de maíz, agua, colorante alimentario y un recipiente para mezclar. Este método es particularmente ventajoso, ya que utiliza almidón de maíz, un ingrediente natural y común en la mayoría de las cocinas.
El proceso es simple: empieza combinando una taza de almidón de maíz con media taza de agua en un recipiente grande. Mezcla bien hasta obtener una pasta suave. Si quieres darle un toque de color, añade unas gotas de colorante alimentario y mezcla nuevamente hasta que el color se distribuya de manera uniforme.
Una de las principales ventajas de esta receta es su flexibilidad. Si prefieres un slime con mayor densidad, simplemente añade más almidón de maíz; si lo prefieres más líquido, incrementa la cantidad de agua. La textura ideal es aquella que se asemeja a una masa blanda que se adhiere a tus manos sin deshacerse.
Una vez alcanzada la consistencia deseada, es clave jugar con el slime para activarlo. Amasarlo y estirarlo ayudará a lograr la elasticidad característica de este material. Esta variante de slime no solo es segura y fácil de limpiar, sino que además no deja residuos en superficies.
Si decides guardar tu creación, consérvala en un recipiente hermético dentro del refrigerador para asegurar su durabilidad por varios días.
Esta receta no solo alimenta la creatividad y el entretenimiento, sino que también ofrece una oportunidad educativa para explorar la química detrás de materiales cotidianos. Esta actividad puede transformarse en una experiencia de aprendizaje amena, perfecta para compartir momentos inolvidables con amigos y familiares.
