La correcta regulación de los retrovisores es esencial para garantizar la seguridad al volante, evitando así los peligrosos ángulos muertos. Ajustar estos dispositivos correctamente puede prevenir accidentes, especialmente durante maniobras como adelantamientos o cambios de carril. El retrovisor interior debe estar alineado para proporcionar una visión clara del área central trasera del vehículo sin necesidad de mover la cabeza. Los retrovisores exteriores son igualmente cruciales: en el método tradicional, se recomienda ver un pequeño sector del lateral del coche, mientras que en el método de ángulo más amplio, recomendado para reducir al máximo los ángulos muertos, se ajustan para ampliar la visión de la carretera. Estos ajustes, aunque pueden necesitar personalización según el vehículo, buscan reducir puntos ciegos y permitir una conducción más segura.
Para asegurarse de que los espejos están bien regulados, es recomendable realizar pruebas antes de iniciar el viaje. Los espejos deben proporcionar una visión adecuada de los vehículos en carriles adyacentes y la zona trasera central, evitando movimientos excesivos de la cabeza. Los avances tecnológicos también ofrecen sistemas de alerta de ángulos muertos como complemento a los retrovisores. Aunque en turismos es obligatorio contar con solo dos retrovisores, el izquierdo y el interior, el derecho se vuelve imprescindible en vehículos con visibilidad interna limitada, como caravanas y autobuses. La buena regulación de los retrovisores es una práctica que podría disminuir notablemente el número de accidentes de tráfico, promoviendo así mayor seguridad en las carreteras.
Leer noticia completa en OK Diario.