El modelo SUV sigue siendo el rey indiscutible del mercado automotor, adaptándose incluso en versiones más compactas, según el último informe de Jato Dynamics. Este tipo de vehículo ha liderado las preferencias de los consumidores, y se espera que la electrificación y los motores híbridos continúen ganando terreno ante la disminución de los motores de combustión. Las políticas públicas y las normativas medioambientales, como el etiquetado de vehículos y las zonas de bajas emisiones, son factores clave que influyen en las tendencias del mercado. En Madrid, por ejemplo, las restricciones de acceso a zonas de bajas emisiones son más estrictas que en otros lugares, un reflejo de cómo las regulaciones locales pueden moldear la oferta y demanda de vehículos.
En este escenario, aspectos como la moda y el ahorro en costes de fabricación también juegan un papel importante en la popularidad de modelos como los SUV y los compactos. Además, el contexto geográfico define la demanda de ciertos tipos de vehículos; en zonas urbanas se prefieren los compactos, fáciles de aparcar, mientras que en áreas rurales son más comunes los vehículos grandes con mayor capacidad de carga. A la hora de comprar, es esencial considerar el uso que se dará al vehículo, el tipo de combustible más conveniente y el etiquetado medioambiental que afectará a la circulación en áreas restringidas. En el mercado de ocasión, cuestiones como la antigüedad, kilometraje y el estado del vehículo son determinantes para su valoración final, influyendo en el precio y el interés de los compradores.
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