El movimiento de varias organizaciones hacia Proxmox VE se ha consolidado como un proyecto estratégico, impulsado por la necesidad de reducir costos, simplificar operaciones y mejorar la resiliencia en la gestión de infraestructura virtualizada. Este cambio, inicialmente percibido como una tendencia, se está acelerando conforme se aproxima el 2025.
Proxmox VE, sustentado en Debian GNU/Linux y utilizando tecnologías como QEMU/KVM para máquinas virtuales y LXC para contenedores, se ha convertido en una opción atractiva frente a plataformas propietarias como VMware. La gestión mediante una interfaz web, CLI y REST API potencia su adopción.
La arquitectura multi-máster con quórum de Corosync sugiere un mínimo de tres nodos para operaciones estables, aunque la inclusión de un QDevice en configuraciones de dos nodos asegura un voto lógico adicional. En términos de almacenamiento, Proxmox ofrece integración nativa con Ceph RBD, ZFS, LVM, NFS/SMB, entre otros, permitiendo flexibilidad en la declaración de discos, ISOs y backups a nivel de Datacenter.
En el ámbito de la red, Proxmox utiliza conmutadores virtuales basados en Linux y soporta tecnologías como VLAN, LAG/LACP y SDN, proporcionando las herramientas necesarias para personalizar y optimizar la infraestructura de red según las necesidades específicas del entorno.
La migración desde VMware hacia Proxmox VE se facilita a través de métodos como la importación automática desde ESXi, lo cual minimiza la intervención manual y acelera el proceso. Además, la exportación e importación de archivos OVF/OVA, junto con herramientas como el importador de discos VMDK, complementan las opciones de transición.
Proxmox también destaca en el ámbito de alta disponibilidad (HA), donde la consistencia en el quórum es esencial. Corosync, al igual que en el caso del almacenamiento compartido obligatorio para un failover efectivo, garantizan una operación sin contratiempos.
En cuanto a backups, Proxmox Backup Server ofrece ventajas significativas, como la deduplicación y la capacidad de restauración en caliente. Esto se complementa con estrategias de backup incrementales y pruebas regulares de recuperación ante desastres.
Finalmente, la decisión de cambiar a Proxmox VE abarca consideraciones más allá de la tecnología. Incluye la planificación detallada, el ensayo con entornos de prueba y un cronograma ajustado para minimizar el impacto operativo. La migración a Proxmox no solo es viable, sino que, con la correcta preparación, puede ser una transición casi sin interrupciones, permitiendo a las organizaciones disfrutar de una plataforma abierta y eficiente.
Más información y referencias en Noticias Cloud.


