El mercado hipotecario español está experimentando una recuperación significativa en 2025, con proyecciones que apuntan a más de 400,000 hipotecas firmadas. Este repunte se debe en gran parte a la estabilización del Euríbor, la mejora del poder adquisitivo en ciertos sectores y un renovado interés por la compra de vivienda frente al alquiler. Sin embargo, expertos enfatizan que obtener una hipoteca en buenas condiciones requiere preparación financiera y un análisis cuidadoso.
El primer paso, según los especialistas, es evaluar la viabilidad del presupuesto personal. Se aconseja que la cuota mensual de la hipoteca no exceda el 35% de los ingresos netos del hogar, sugiriendo una proporción ideal en torno al 30%. Además, los compradores deben estar preparados para aportar al menos el 20% del precio de la vivienda para la entrada, sumado a un 10-12% adicional en gastos como notaría e impuestos.
Los bancos evaluarán no solo los ingresos, sino el comportamiento financiero del solicitante. Realizar una “limpieza financiera” puede ser crucial: cancelar deudas pequeñas, evitar movimientos inusuales y revisar el informe de riesgos del Banco de España son pasos recomendados para mejorar el scoring crediticio.
El tipo de interés es otra consideración vital. Las hipotecas pueden ser fijas, variables o mixtas, cada una con sus propios riesgos y beneficios. La elección dependerá de factores como la tolerancia al riesgo y las expectativas sobre la evolución económica.
Presentar una documentación completa también es clave para agilizar el proceso. Los trabajadores por cuenta ajena deben presentar documentos como nóminas, contrato laboral y declaraciones fiscales. Para los autónomos, se requiere una mayor evidencia de estabilidad económica, como declaraciones trimestrales de impuestos y recibos de cotización.
Comparar propuestas de varias entidades financieras es fundamental. Los expertos destacan la importancia de analizar no solo el tipo de interés nominal, sino también el TAE, que refleja el coste real del préstamo incluyendo comisiones y productos vinculados. Las bonificaciones ofrecidas a cambio de contratar otros servicios deben evaluarse con cuidado para evitar costos ocultos.
Además de la hipoteca, el comprador debe considerar gastos adicionales que pueden representar entre un 10% y un 15% del valor del inmueble, incluyendo impuestos y servicios profesionales.
Finalmente, para aquellos que ya cuentan con una hipoteca, el entorno económico actual podría presentar oportunidades de ahorro mediante subrogaciones o novaciones, especialmente para quienes tienen esquemas con intereses elevados.
En este contexto, la preparación y el conocimiento son cruciales. Una hipoteca bien negociada puede ser una de las mejores decisiones económicas en la vida de una persona, mientras que una decisión mal informada puede resultar costosa a largo plazo. Los expertos insisten en que la clave está en no precipitarse y entender todas las cláusulas antes de firmar.