El mercado de coches de segunda mano se presenta como una opción atractiva para quienes desean adquirir un vehículo a un precio más accesible. Sin embargo, muchos compradores pasan por alto la importancia de formalizar adecuadamente la transferencia de propiedad ante la Dirección General de Tráfico (DGT), lo cual podría acarrear sanciones legales si no se realiza el cambio de titularidad. Este procedimiento implica varios pasos obligatorios, como solicitar una cita previa, pagar las tasas correspondientes, y presentar la documentación necesaria, incluyendo el contrato de compraventa, el permiso de circulación, la tarjeta ITV vigente, identificaciones de ambos involucrados, y el impuesto de circulación al día. Además, se subraya la importancia de actualizar el seguro del automóvil al nuevo propietario para evitar complicaciones en caso de accidentes.
El cambio de titularidad puede efectuarse tanto de forma presencial como a través de internet, siempre que se cuente con una firma electrónica. Este trámite, cuyo coste oscila entre 55 y 100 euros según la Comunidad Autónoma y el tipo de vehículo, puede complicarse si existen deudas pendientes del propietario anterior, como multas o impuestos no abonados. En tal caso, se recomienda coordinar con el vendedor para solventar esas obligaciones antes de completar el cambio. A pesar de ser posible realizar el proceso de manera independiente, muchas personas optan por contratar los servicios de una gestoría especializada, lo cual incrementa el coste entre 100 y 200 euros adicionales. Este tipo de intermediación podría facilitar el proceso y asegurar que se cumplan todas las normativas exigidas por la DGT.
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