Organizarse antes de realizar la declaración de impuestos es crucial para no perder ningún tipo de deducción posible. La clave para este proceso es contar con una lista detallada de documentos necesarios, que variarán según las circunstancias financieras de cada individuo. Una persona que trabaja como autonoma, con múltiples empleadores, o que tiene ingresos adicionales por alquileres o inversiones, necesitará recopilar una mayor cantidad de documentos. La información personal, como el número del seguro social o el ITIN, el nombre del cónyuge y los datos bancarios, es fundamental desde el principio. Además, es necesario contar con los formularios W2 y 1099 para reportar los ingresos, siendo el primero específico para empleados y el segundo para contratistas y otros tipos de ingresos, como royalties o apuestas.
Los formularios 1099 se diversifican según el tipo de ingreso, incluyendo opciones como el 1099-NEC para trabajadores autónomos, el 1099-K para pagos procesados por terceros como PayPal, y el 1099-R para pensionistas. La gestión de gastos deducibles es otra área a considerar. Estos gastos pueden incluir los intereses de la hipoteca, gastos relacionados con el negocio para autónomos, y gastos de cuidado infantil con potenciales créditos fiscales. Para estudiantes universitarios, los formularios 1098-T permiten reclamar créditos educativos. Es importante conservar los documentos presentados al IRS al menos durante tres años, y en caso de no poseer todos los documentos necesarios, se recomienda contactar al empleador, buscar en la web de pagos de la empresa, o solicitar transcripciones al IRS para asegurarse de tener todo lo pertinente al alcance.
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