Durante la madrugada del jueves al viernes, el aeropuerto de Heathrow en Londres cerró completamente debido a un incendio en una subestación eléctrica localizada en Hayes, al oeste de la capital británica. Este incidente causó un significativo corte de energía, provocando caos en el tráfico aéreo europeo dada la importancia de este aeropuerto, el cual es el de mayor flujo de pasajeros en Europa y el segundo a nivel mundial. Más de 1.300 vuelos se han visto afectados, involucrando a aproximadamente 145.000 pasajeros, incluidos 54 vuelos con origen o destino en España.
Ante la cancelación y retraso masivo de vuelos, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea recuerda a los pasajeros sus derechos. Estos incluyen el derecho a recibir información, a ser atendidos con comida, bebida y alojamiento si fuera necesario, y la opción de reembolso del billete o transporte alternativo. Es de destacar que, pese a estas garantías, las compañías no están obligadas a ofrecer compensaciones económicas bajo «circunstancias extraordinarias», como es este caso, de acuerdo a la normativa británica UK261. Los pasajeros deben contactar a sus aerolíneas para gestionar sus opciones de transporte, mientras que las compañías deben asegurar el cumplimento de sus obligaciones de asistencia.
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