La ONG Acción contra el Hambre denunció que más de la mitad de las tierras cultivables en la Franja de Gaza han sido dañadas por la guerra, con serios impactos en granjas, mercados y sistemas de abastecimiento de agua y alimentos. Imágenes satelitales de la ONU revelan que el 57% de los campos han sufrido deterioro, afectando principalmente huertos, hortalizas y cereales. Además, la infraestructura agrícola ha sido gravemente afectada, con casi el 33% de los invernaderos dañados y más del 46% de los pozos destruidos. La guerra ha provocado el desplazamiento forzado de 1,9 millones de gazatíes, dejando a la población en una profunda crisis humanitaria y en riesgo de hambruna. La ONG advierte que, incluso si cesaran las hostilidades, el daño a las tierras tendrá consecuencias a largo plazo debido a la contaminación del suelo y municiones sin explotar.
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