El Manchester City, bajo la dirección de Pep Guardiola, logró recuperarse tras una decepcionante actuación en la Champions League ante el PSG, al vencer al Chelsea 3-1 en un partido que destacó por la presión intensa y el juego ofensivo. Guardiola, fiel a su estilo, reorganizó el mediocampo al incorporar a Ilkay Gündogan y Bernardo Silva, quienes revitalizaron el equipo, mientras Mateo Kovacic luchaba por encontrar su ritmo. Esta táctica permitió a los jugadores del City presionar más arriba y poner al Chelsea bajo constante amenaza, limitando su capacidad para controlar el balón en el medio campo. Sin embargo, el comienzo fue accidentado por un error del debutante Abduqodir Khusanov, quien entregó el balón al contrario, permitiendo el tempranero gol del Chelsea.
A pesar del traspié inicial, el equipo de Manchester mostró resiliencia, igualando el marcador antes del descanso gracias a una jugada individual de Matheus Nunes que facilitó el gol de Josko Gvardiol. En la segunda mitad, Erling Haaland demostró su calidad con un gol que adelantó al City, seguido por otra anotación de Phil Foden, asistido por Haaland. Con esta victoria, el City asciende al cuarto lugar de la Premier League, retornando a posiciones de clasificación para la Champions. Este triunfo simboliza un resurgimiento táctico para Guardiola, quien busca mantener al equipo en la lucha por el título y revertir la imagen dejada frente al PSG.
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