La Unidad Canina de los Agentes Forestales lleva a cabo un entrenamiento intensivo durante todo el año, enfocándose en perfeccionar las habilidades de cada uno de sus perros. Estos animales son preparados meticulosamente para desempeñar roles específicos que incluyen la detección de sustancias, la búsqueda de rastros y actividades de educación ambiental. El compromiso con el entrenamiento constante busca asegurar el máximo nivel de eficacia y coordinación entre los agentes y sus compañeros caninos.
Este grupo especializado no solo actúa en situaciones de emergencia, sino que también participa activamente en programas educativos, concienciando sobre la importancia de la protección del entorno natural. Mediante demostraciones prácticas, muestran al público cómo sus habilidades contribuyen a la preservación del medio ambiente. La dedicación de estos equipos refuerza la capacidad de respuesta ante amenazas como incendios forestales y otras situaciones críticas, subrayando su papel esencial en la conservación y vigilancia de los espacios naturales.
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