En medio de la intensa batalla por desarrollar modelos de inteligencia artificial más grandes y potentes, surge una nueva competencia que busca ejecutar estos modelos de manera más eficiente y sostenible. La startup estadounidense Groq ha dado un paso significativo en esta dirección al inaugurar su primer centro de datos en Europa, específicamente en Helsinki, Finlandia, en colaboración con Equinix. Este movimiento apunta a dominar el mercado de la inferencia de IA, la etapa donde interactúa directamente con el usuario.
Hasta la fecha, NVIDIA ha liderado el entrenamiento de modelos con sus avanzadas GPUs. Sin embargo, la inferencia requiere rapidez, estabilidad y eficiencia energética, cualidades que buscan capitalizar las LPUs (Language Processing Units) de Groq. Estas unidades están diseñadas para ofrecer respuestas casi inmediatas sin un despliegue masivo de hardware, resaltando la importancia de la eficiencia en el contacto diario con millones de usuarios.
La elección de Finlandia como sede no es casual. El país nórdico ofrece energía limpia y un clima que favorece la refrigeración, además de una posición estratégica para servir a toda Europa cumpliendo con estrictas normativas. Groq ha señalado que su centro en Helsinki operará con «latencia ultra baja, eficiencia energética y cumplimiento de soberanía digital», utilizando una infraestructura existente y lista para escalar rápidamente.
Este movimiento se enmarca en un contexto en el que se estima que el mercado de hardware para inferencia superará al de entrenamiento en los próximos años. Analistas de McKinsey y Barclays pronostican que las inversiones en chips para inferencia superarán notablemente a las destinadas al entrenamiento, poniendo en riesgo la hegemonía de NVIDIA y su cuota de mercado.
Groq apuesta por la integración eficiente de inteligencia artificial en dispositivos y procesos, priorizando la inmediatez y el bajo consumo energético. Su enfoque en tecnologías deterministas y su independencia de las GPU tradicionales le permite sortear desafíos en la cadena de suministro y operar bajo estrictas regulaciones europeas.
Aunque aún no tiene la renombrada presencia de NVIDIA, Groq se posiciona como una alternativa disruptiva, especializada en los retos del futuro de la IA. A medida que el uso de la inteligencia artificial se expande, es posible que en el futuro, cuando un usuario busque una respuesta inmediata de un modelo de IA, esta provenga no de una GPU de NVIDIA, sino de una LPU de Groq.
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