La empresa de hemoderivados ha sido valorada en 6.450 millones de euros, lo que, según los analistas, podría infravalorar su potencial a largo plazo. Esta tasación ha generado polémica entre los inversores y expertos del sector, quienes señalan que el crecimiento del mercado de productos derivados de la sangre y el liderazgo de la empresa en innovación y desarrollo apuntan a un valor significativamente mayor. La discusión sobre el precio también ha resaltado la volatilidad del mercado en un contexto donde las biotecnologías y el sector de la salud están cada vez más en el punto de mira de los grandes fondos de inversión.
A pesar de las cifras actuales, los especialistas del sector argumentan que el incremento en la demanda de tratamientos médicos avanzados y la capacidad de la firma para responder a las necesidades emergentes del mercado deberían reflejarse en una revalorización futura. Además, el papel estratégico de la empresa dentro de la industria de la salud y su impacto en terapias esenciales subrayan la necesidad de una evaluación más detallada de su valor real. Esta situación ha puesto de manifiesto las diferencias en la percepción del valor de las empresas tecnológicas y científicas frente a sus contribuciones potenciales y actuales a la economía global.
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