Cientos de bomberos y voluntarios en Grecia se enfrentan a una calamidad ambiental incesante, ya que una decena de incendios forestales asola el país. Estos fuegos han obligado a evacuar a más de 7.000 personas, destruyendo viviendas y negocios, mientras consumen vastas áreas de bosques. La ola de calor extremo, que ha elevado las temperaturas por encima de los 45 grados en la región sur, ha intensificado la situación. Entre las áreas más afectadas está el municipio de Kryoneri, cerca de Atenas, donde la evacuación fue necesaria debido al avance de las llamas. Aunque el fuego en Kryoneri está ahora en remisión, las autoridades aún luchan contra focos dispersos para evitar que el incendio recobre fuerza.
La isla de Cítera también enfrenta una emergencia crítica, con la evacuación de varios pueblos y el rescate de 139 personas de una playa. Los intensos esfuerzos en esta zona involucran a bomberos, helicópteros y aviones cisterna. Adicionalmente, en la península del Peloponeso, las llamas han forzado la evacuación de más localidades. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, ha asegurado apoyo estatal para los afectados por esta devastación. Sin embargo, los retos persisten, con focos activos en otras regiones como Creta y Kozani, mientras las temperaturas abrasadoras continúan complicando los esfuerzos de contención.
Leer noticia completa en El Pais.