En una rueda de prensa celebrada ayer, se presentó el "Estudio sobre el personal mínimo necesario en las residencias de mayores y dependientes de la Comunidad de Madrid", elaborado por CCOO de Madrid, UGT Madrid y sus correspondientes federaciones junto con la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en residencias (PLADIGMARE). El estudio, que contó con la colaboración de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), propone ratios reales para garantizar una atención digna y de calidad tanto para los usuarios como para el personal que trabaja en estos centros.
El documento presentado es una propuesta exhaustiva y fundamentada en datos tanto cuantitativos como cualitativos, y se basa en un análisis detallado de los recursos humanos mínimos indispensables para la correcta atención de los residentes. Este análisis incluye tiempos de atención asociados a las tareas específicas de cada profesional, teniendo en cuenta las necesidades particulares de los usuarios según su perfil y grado de dependencia. En su elaboración participaron más de 700 trabajadores de distintas categorías y centros.
Los resultados del estudio evidencian una situación crítica en las residencias de la región debido a la falta de personal. Este déficit no solo sobrecarga a los trabajadores, sino que también pone en riesgo la integridad de los mayores y dependientes. En total, hay 55.308 plazas para dependientes en la Comunidad de Madrid, de las cuales solo 6.430 son públicas y 13.693 son de gestión privada con financiación pública; el resto son privadas.
La falta de transparencia del Gobierno regional ha dificultado conocer el número exacto de trabajadores en las residencias, pero el estudio asegura que el personal es insuficiente para prestar una atención de calidad. Esta carencia puede provocar problemas graves como úlceras por presión, infecciones urinarias, deshidratación y desnutrición, además de erosiones y trastornos por el uso indebido de sujeciones mecánicas.
La situación laboral del personal sanitario en estos centros es preocupante. Según la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, auxiliares de enfermería y gerocultoras se encuentran entre los colectivos con mayor siniestralidad laboral en España. Las organizaciones que han elaborado el estudio sostienen que esta siniestralidad está directamente relacionada con la insuficiencia de personal para atender a los mayores y dependientes.
El estudio también destaca la tipología de las plazas para dependientes, la mayoría de las cuales han sido delegadas por el Gobierno del PP en Madrid a empresas privadas. En la Comunidad de Madrid, el 88,38% de las residencias son gestionadas por empresas privadas, mientras que solo el 11,62% están en manos de Administraciones públicas. Esto ha derivado en peores condiciones laborales para los trabajadores del sector, quienes enfrentan salarios bajos, formación continua limitada, inestabilidad laboral y enfermedades físicas y psíquicas.
Entre las medidas propuestas en el estudio, además del aumento de personal, se destacan la necesidad de garantizar la calidad del empleo, donde al menos el 80% de los trabajos sean indefinidos y a jornada completa, con jornadas parciales de no menos del 66% de la jornada ordinaria. También se solicita una formación permanente adecuada para todas las categorías, inspecciones sin preaviso con sanciones ejemplares y públicas, además de una coordinación sociosanitaria con el sistema de salud y una mejora en la calidad de los menús preparados en los centros, asegurando una dieta sana y equilibrada.
Las propuestas y conclusiones del estudio pueden consultarse en detalle a través de este enlace: https://www.youtube.com/live/2jdMu1LXdPo. Las organizaciones implicadas exigen una corrección urgente de la situación para garantizar una atención digna y segura tanto para los mayores dependientes como para el personal que les asiste.
Fuente: UGT Madrid
