Un conjunto de dispositivos y tecnologías de radio está abriendo la puerta a formas de comunicación innovadoras y revolucionarias. Estas innovaciones prometen disminuir la dependencia excesiva de las jerarquías de red tradicionales, estableciendo alternativas colaborativas con resistencia integrada a la censura, el control y la vigilancia. A continuación, se exploran algunas de estas tecnologías y su potencial impacto en el futuro de las comunicaciones en red.
Las «redes en malla» no son una novedad; su resiliencia y escalabilidad han promovido su adopción en protocolos de router y el Internet de las Cosas durante décadas. Lo realmente novedoso es la aparición de dispositivos económicos que pueden utilizarse sin licencias de radio para comunicarse a largas distancias: los Long Range (LoRa).
Aunque LoRa opera en diferentes frecuencias según el país, funciona de manera similar globalmente. Utiliza Chirp Spread Spectrum para transmitir comunicaciones digitales a varios kilómetros bajo condiciones adecuadas. Los dispositivos que captan una señal pueden retransmitirla a otros nodos hasta llegar a su destino, evitando la dependencia de un servidor centralizado.
Estas comunicaciones mantienen una baja velocidad de transmisión y consumen muy poca energía. Aunque LoRa no permite navegar por la web o transmitir vídeo, es esencial para enviar mensajes cuando la infraestructura tradicional es limitada, sobre todo en terrenos complicados. Recientes investigaciones destacan su utilidad para equipos de Búsqueda y Rescate, especialmente al combinarlo con sensores GPS.
Meshtastic es el sistema LoRa más popular entre los aficionados a las redes en malla, permitiendo enviar mensajes cifrados de extremo a extremo. Los dispositivos Meshtastic retransmiten mensajes a otros usuarios si provienen de tres nodos o menos.
Por su parte, Reticulum ofrece una red más compleja y flexible. A diferencia de Meshtastic, Reticulum no es solo una aplicación, sino una pila de red completa que admite conectividad a través de TCP/IP, redes anónimas como I2P, WiFi local o radios LoRa. Su protocolo LXMF posibilita una variedad de aplicaciones, superando la mensajería básica para incluir llamadas de voz y transferencia de archivos.
En un contexto de desastres ambientales, polarización política y ataques a infraestructuras, la estabilidad de las redes convencionales es cada vez más cuestionable. Pero nuevas soluciones en comunicaciones emergen para asistir en situaciones críticas. Estas tecnologías no solo son útiles y resilientes; también empoderan a las personas al eludir la censura, favoreciendo el intercambio libre de recursos.
Este panorama promete un futuro esperanzador, echo de la experimentación y el optimismo que impregnaron los orígenes de Internet, abriendo un camino positivo en la evolución tecnológica.