A partir de 2026, se implementará una nueva medida que afectará a todas las aplicaciones, incluidas las que se distribuyen fuera de la tienda oficial Play Store. Esta acción busca frenar la creciente epidemia de malware y estafas financieras que ha puesto en riesgo la seguridad de los usuarios de dispositivos móviles. La iniciativa abarca tanto aplicaciones oficiales como las que se obtienen a través de canales no oficiales, con el objetivo de establecer un estándar de seguridad más riguroso en todo el ecosistema digital.
Con esta regulación, se espera reducir significativamente la incidencia de software malicioso y proteger mejor la información personal y financiera de los usuarios. Los desarrolladores estarán obligados a cumplir con nuevas directrices de seguridad, lo que podría incrementar la confianza del público en el uso de dispositivos móviles para transacciones y actividades diarias. Este movimiento es parte de un esfuerzo más amplio para modernizar los protocolos de ciberseguridad y adaptarse a las nuevas amenazas que continuamente evolucionan en el entorno digital.
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