La compañía taiwanesa Gold Apollo ha negado cualquier vínculo con la producción de busca-personas explosivos que han causado la muerte de nueve personas en Líbano, incluidas varias miembros de Hezbolá, y casi 3.000 heridos. La empresa, fundada en 1995, ha indicado que el modelo de localizador mencionado en los informes, el AR-924, es producido y vendido por la firma húngara BAC Consulting KFT, con quien mantiene una asociación comercial. En un comunicado, Gold Apollo ha aclarado que, aunque permiten el uso de su marca en ciertos mercados, el diseño y fabricación del producto son responsabilidad exclusiva de BAC. Las autoridades de Taiwán, tras visitar las instalaciones de Gold Apollo, han confirmado que no tienen constancia de exportaciones directas de estos aparatos al Líbano.
Investigaciones recientes sugieren que los servicios secretos israelíes habrían incorporado explosivos en 5.000 busca-personas importados por Hezbolá, lo cual ha generado uno de los mayores fallos de seguridad de la milicia desde su creación. Según fuentes citadas por Reuters, los dispositivos fueron distribuidos tras atravesar Oriente Medio, lo que ha generado una situación embarazosa para Gold Apollo, que asegura haberse sentido también víctima de la situación. Por otro lado, la dirección de BAC Consulting, señalada en una zona residencial de Budapest, ha sido revisada sin encontrar una presencia física de la empresa, aumentando las dudas sobre su operatividad real. Cristiana Bársony-Arcidiacono, que figura como consejera delegada, tiene un extenso perfil académico y profesional pero las consultas realizadas a contactos ofrecidos no han logrado más respuesta que una voz de operadora no disponible.
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