El aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) en España está generando intensos debates entre los diferentes agentes sociales y el Gobierno. Programado para 2025, el SMI superará los 1.134 euros mensuales brutos, aunque el incremento exacto aún no se ha decidido. Con opiniones divergentes entre el Ministerio de Economía, que apoya un crecimiento alineado con la economía general, reflejado en un 3,3% del PIB, y el Ministerio de Trabajo, que aboga por una subida más ambiciosa, las negociaciones se anticipan complicadas. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, no han logrado consenso, recordando roces similares entre Díaz y la anterior ministra de Economía, Nadia Calviño.
El reporte de un grupo de expertos sugiere un incremento del SMI de entre un 3% y un 4% para 2025, lo que situaría el salario mínimo entre 1.168 y 1.179 euros mensuales. Sin embargo, tanto los sindicatos como la patronal muestran resistencia al margen propuesto por razones opuestas. Mientras que los sindicatos, respaldados por UGT y CCOO, abogan por una subida superior, argumentando que el SMI aún no alcanza el 60% del salario medio, los empresarios expresan su preocupación por el impacto en la estabilidad empresarial y el empleo. La negociación para alcanzar un equilibrio entre estos intereses confrontados representa un desafío crucial para el Gobierno, que busca una solución que alinee la evolución del SMI con el crecimiento económico y las demandas laborales.
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