El Gobierno ha observado un cambio en la actitud de los partidos nacionalistas, lo que ha resultado en una disminución de la crispación política. Según fuentes gubernamentales, el ambiente político ha mostrado signos de distensión en las últimas semanas, lo que se atribuye a un enfoque más conciliador por parte de las formaciones nacionalistas. Estos cambios han sido percibidos como positivos por parte del Ejecutivo, que ve la oportunidad de avanzar en el diálogo y consolidar acuerdos en asuntos clave para el país.
Este nuevo clima más moderado ha dado pie a una serie de conversaciones que antes parecían difíciles de entablar. Aunque los detalles de estas negociaciones no han sido desvelados, se espera que esta tendencia continúe, facilitando la resolución de conflictos y promoviendo una cooperación más efectiva en el Parlamento. El Gobierno considera que este acercamiento es un paso hacia la estabilidad política necesaria para abordar las prioridades actuales.
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