El Gobierno español ha responsabilizado a Red Eléctrica y a las principales compañías generadoras del apagón que el 28 de abril dejó sin suministro eléctrico a toda la península Ibérica. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, señaló que un problema de sobretensión no fue adecuadamente gestionado, lo que colapsó el sistema eléctrico. Según Aagesen, Red Eléctrica pudo haber incurrido en un error de planificación al no activar centrales adicionales tras la notificación de inactividad de una planta. Además, las nueve centrales operativas no cumplieron con sus obligaciones de absorber la tensión. Aunque había suficiente generación, el fallo se debió a una combinación de factores, incluyendo la desconexión indebida de varias generadoras, lo que desencadenó el apagón.
Aagesen presentó el informe del suceso tras el Consejo de Ministros, indicando que el problema fue “multifactorial” y que la falta de generación síncrona contribuyó a las sobretensiones. A pesar de identificar vulnerabilidades, se descartó un ciberataque como causa. El informe, que aún está recopilando datos de las partes implicadas, ha salido a la luz antes de lo previsto, en un contexto político agitado por presuntos casos de corrupción en el PSOE. El Gobierno ha decidido no hacer públicos los detalles de qué plantas fallaron, dejando en manos de la justicia y la CNMC las responsabilidades finales. Aagesen también destacó la importancia de mejorar las interconexiones eléctricas con Europa, una cuestión que ha urgido tanto a Francia como a la Comisión Europea a abordar.
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