El Gobierno español ha mantenido un silencio notable tras la concesión del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, líder de la oposición venezolana. Mientras que el Partido Popular (PP) ha felicitado rápidamente a Machado, el presidente Pedro Sánchez no se ha pronunciado públicamente sobre el reconocimiento. Durante el día, Sánchez se reunió con la cúpula de la Internacional Socialista y publicó mensajes en sus redes sociales sobre otros asuntos, pero no mencionó el Nobel. Ministros como Félix Bolaños y Margarita Robles también evitaron comentar, centrando sus declaraciones en el compromiso de España con la paz y los derechos humanos. La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, sugirió que el expresidente Donald Trump podría estar decepcionado, dado que él aspiraba al galardón.
El reconocimiento a Machado fue acogido con entusiasmo por líderes del PP como Alberto Núñez Feijóo, quien criticó al gobierno de Sánchez por su respuesta ante el premio. Isabel Díaz Ayuso y otros miembros del PP resaltaron la importancia del galardón para la democracia en Venezuela. Desde la Unión Europea, Josep Borrell y Ursula von der Leyen alabaron el premio por su impacto en la promoción de la libertad y democracia. El líder del PNV, Imanol Pradales, también felicitó a Machado, reafirmando el apoyo vasco a los derechos democráticos. El reconocimiento fue visto como un «mensaje poderoso» para la democracia, destacaron líderes europeos como Antonio Costa, quien elogió la labor incansable de Machado por la justicia y los derechos humanos en Venezuela.
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