El sistema de videovigilancia del C-5 de Ciudad de México ha respondido al reciente escándalo vinculado al hacker del Cartel de Sinaloa, que supuestamente utilizó las cámaras de la ciudad para seguir a un agente del FBI en 2018. Durante ese año, la administración de la capital estaba a cargo de Miguel Ángel Mancera, seguido por José Ramón Amieva. Según el C-5, estos eventos ocurrieron al final del mandato de Enrique Peña Nieto y en un contexto en que se negaba la presencia del crimen organizado, con cifras delictivas manipuladas y altos índices de homicidios. El organismo subraya que la auditoría del Inspector General del Departamento de Justicia de Estados Unidos no especifica qué cámaras fueron hackeadas.
El informe reveló que el hacker obtuvo información del celular de un agregado del FBI, incluyendo registros de llamadas y datos de geolocalización, los cuales fueron usados para seguir sus reuniones en la capital. Posteriormente, estos datos habrían sido entregados al cartel liderado por Joaquín «El Chapo» Guzmán, con el fin de intimidar o asesinar a posibles informantes de la agencia estadounidense. Desde la llegada de Claudia Sheinbaum al gobierno capitalino en diciembre de 2018, el C-5 afirma haber fortalecido su sistema tecnológico. Hasta ahora, ni Miguel Ángel Mancera ni José Ramón Amieva han respondido a las acusaciones.
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