El Juzgado de lo Social número 11 de Barcelona ha emitido una resolución que afecta a los repartidores contratados entre 2015 y 2018, en un contexto que podría redefinir el panorama laboral de la empresa. La sentencia permite a las partes involucradas presentar un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), lo que abre la puerta a posibles cambios en la interpretación de las relaciones laborales en la economía de reparto. Este fallo llega en un momento crucial, ya que la compañía está a punto de introducir un nuevo modelo laboral que podría transformar significativamente su operativa.
La decisión judicial se produce justo antes de la implementación de un cambio estructural por parte de la empresa, lo que añade presión sobre cómo se gestionarán los contratos y los derechos laborales de los repartidores en el futuro. Las implicaciones de esta resolución podrían tener un impacto considerable en el sector, al influir en la manera en que otras compañías enmarcan sus relaciones con los trabajadores en la llamada economía de plataformas. Mientras tanto, el sector espera la respuesta de la empresa y observa de cerca la evolución de los recursos legales que puedan presentarse.
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