En un partido disputado en el estadio del Valencia, el equipo local se impuso con contundencia a un Getafe que mostró una actitud apática desde el inicio. La estrella del encuentro fue Giuliano Simeone, quien anotó dos goles, demostrando no solo su instinto goleador sino también el legado futbolístico de su padre, el conocido entrenador Diego Simeone. El primer gol llegó en los minutos iniciales, lo que marcó la pauta para un partido donde el Valencia no dio tregua a sus rivales. La defensa del Getafe se mostró incapaz de contener las arremetidas locales, permitiendo que el juego ofensivo del Valencia se desplegara con libertad.
La goleada del Valencia se completó gracias a los aportes de Lino, Correa y Sorloth, quienes anotaron en diferentes momentos del encuentro, conformando así una «manita» contundente que selló el destino del partido. Los aficionados locales disfrutaron de una noche donde su equipo mostró un despliegue de calidad y efectividad, contrastado por un Getafe sin respuestas ni reacción. Este resultado fortalece al Valencia en la competición, dejando en evidencia las debilidades de un Getafe que deberá replantear su estrategia si desea competir en el futuro con equipos de semejante nivel y agresividad ofensiva.
Leer noticia completa en El Mundo.