Ghislaine Maxwell, conocida por su papel en el caso del depredador sexual Jeffrey Epstein, ha sido trasladada a una cárcel de mínima seguridad en Bryan, Texas. Este movimiento se produce después de una reunión con el fiscal general adjunto, Todd Blanche, en la que Maxwell proporcionó detalles sobre el caso Epstein. La Oficina de Prisiones de EE.UU. confirmó el traslado desde Florida, argumentando que las decisiones sobre el internamiento de reclusos se basan en factores de seguridad y supervisión. Aunque se desconoce el contenido exacto de su encuentro con Blanche, esta colaboración podría estar relacionada con la reciente solicitud de Maxwell para testificar ante el Congreso, una solicitud que fue rechazada.
El caso ha ganado relevancia política, con el presidente Donald Trump en el foco por la posible decisión de indultarla, algo que ni ha confirmado ni descartado. Maxwell, que apela su condena de 20 años, se enfrenta a incertidumbres legales y políticas, mientras la presión sobre Trump crece tanto desde sus bases republicanas como desde los demócratas. Las tensiones se intensifican en el Congreso, donde el caso Epstein ha provocado divisiones internas. Mientras tanto, Maxwell se muestra esperanzada con el cambio de prisión, que representa un entorno menos restrictivo comparado con su anterior reclusión en Tallahassee.
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