El pasado lunes 28 de abril, la ciudad de Getafe vivió una situación insólita por un apagón generalizado que puso a prueba la coordinación de sus servicios de emergencia. Los agentes de la Policía Local se movilizaron de manera excepcional, doblando turnos y recibiendo el apoyo de colegas voluntarios y de otros cuerpos de seguridad, para asegurar la tranquilidad y atender las urgencias derivadas de la falta de electricidad.
Durante la crisis, la policía local, gracias a su sistema de telecomunicaciones interno, logró mantener la coordinación con servicios vitales como la Policía Nacional, el cuerpo de Bomberos y otras delegaciones municipales. Ello permitió repartir equipos de comunicación con colaboradores esenciales, garantizando una respuesta eficaz y organizada durante las horas de oscuridad.
El fallo fue detectado mientras se llevaba a cabo el Pleno Municipal, siendo la alcaldesa, Sara Hernández, quien asumió el liderazgo de la operación. Tras suspender la sesión, se centró en coordinar los servicios esenciales para mitigar el impacto del apagón. Se destacó el papel fundamental de los agentes y voluntarios que patrullaron las calles, ofertando su presencia físicamente para atender cualquier tipo de necesidad.
En un comunicado, Hernández agradeció tanto el comportamiento cívico de los ciudadanos como la labor incansable de los empleados municipales. Resaltó que, a pesar de la gravedad del incidente, no se registraron altercados serios, destacando la colaboración de la comunidad y el profesionalismo de los equipos de emergencia.
Entre las intervenciones más urgentes, se incluyeron traslados sanitarios críticos al Hospital de Getafe y la distribución de combustible a residencias de mayores para asegurar el funcionamiento de generadores. Adicionalmente, se brindó asistencia a centros educativos y familias, asegurando el bienestar de niños y personas vulnerables.
La situación evidenció la importancia de la preparación y la capacidad de respuesta rápida ante emergencias, subrayando la necesidad de infraestructura robusta y planificación preventiva para enfrentar futuros desafíos. La gestión del apagón en Getafe se convirtió en un ejemplo de eficiencia y solidaridad comunitaria en momentos de crisis.