En el barrio de La Alhóndiga, en Getafe, la oferta y la demanda de vivienda se encuentran desproporcionalmente desfasadas. Recientemente, un propietario que ofreció su piso de 70 metros cuadrados en alquiler por 1.250 euros mensuales, quedó abrumado al recibir más de 120 solicitudes en un corto periodo de tiempo. Este fenómeno refleja la elevada presión del mercado inmobiliario en la periferia de Madrid, una tendencia corroborada por el portal inmobiliario Idealista, que posiciona a Getafe como el municipio con mayor demanda de alquiler en España en 2024. Mientras los precios de alquiler en Madrid han mostrado estabilidad, Getafe ha experimentado un aumento del 15,09% en el valor del metro cuadrado, convirtiéndose en una opción destacada para quienes buscan alejarse de los altos precios de la capital, lo cual también ha atraído a pequeños inversores que buscan réditos en alquiler, una metodología antes no vista en esta área.
El impacto del incremento de precios no solo afecta a los residentes, sino que también se experimenta en la comunidad estudiantil, especialmente en el campus de Getafe de la Universidad Carlos III de Madrid. Estudiantes como Naiara Garde, tras abandonar una residencia estudiantil, enfrentan dificultades para encontrar alquileres asequibles, y recurren incluso a «anuncios humanos» por la escasez de oferta. La especulación ha llevado a propietarios a incrementar las rentas mensuales, muchas veces por encima del valor real, impactando notablemente el presupuesto de los jóvenes. Este movimiento de precios también está empujando a los habitantes locales y sus familias del centro a zonas más alejadas, generando un cambio en la dinámica poblacional de la periferia madrileña.
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