George Santos, el excongresista republicano, se declaró culpable de usurpación de identidad agravada y fraude electrónico en un tribunal de Nueva York, evitando así un juicio largo por 23 delitos. Su acuerdo con la fiscalía lo salva de algunas acusaciones, pero probablemente enfrentará varios años de prisión. La sentencia se dictará el 7 de febrero, mientras que ha aceptado devolver 370.000 dólares malversados. Su admisión de culpabilidad marca el final de su corta y controvertida carrera política tras haber sido expulsado del Congreso con 311 votos a favor. Santos había falseado su currículum y utilizado fondos de campaña para uso personal, lo que motivó su expulsión y afectó negativamente su carrera. Los demócratas recuperaron el escaño en una elección especial posterior a su salida.
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