La estrategia del Partido Popular (PP) se ve sacudida por el caso Montoro, en el que un juez de Tarragona investiga a exministros de Hacienda del PP por presuntos delitos de corrupción. La portavoz del PP en el Congreso, Ester Muñoz, defendió en rueda de prensa la colaboración del partido con la justicia, destacando diferencias en su comportamiento frente al del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Muñoz restó importancia a declaraciones del narcotraficante Marcial Dorado sobre su relación con Alberto Núñez Feijóo, enfatizando que cualquier vínculo con Dorado ocurrió antes de sus condenas por narcotráfico.
En paralelo, el PP solicitó la comparecencia en el Congreso del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acusando presiones sobre investigaciones de la Guardia Civil relacionadas con el Gobierno de Pedro Sánchez. La situación se complica con la retirada del pasaporte a dos exfuncionarios involucrados en el caso Cerdán. Las declaraciones de Dorado, quien alega ofrecimientos del PSOE para comprometer a Feijóo, intensifican la controversia. Muñoz afirma que estas acusaciones reflejan los intentos del PSOE de dañar la imagen de Feijóo, quien considera será el próximo presidente.
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