La filial espacial de Geely, Geespace, ha recibido un impulso financiero significativo al asegurar 281 millones de dólares de fondos públicos y estatales chinos. Este respaldo económico busca acelerar el despliegue de su constelación IoT Geesatcom y establecer su sede global en Hangzhou. La inversión forma parte del enfoque del país para potenciar las «nuevas fuerzas productivas» mediante la integración de constelaciones comerciales.
El 19 de septiembre, Geespace firmó un acuerdo estratégico con entidades de inversión estatales de Zhejiang y Hangzhou, destacando su participación en el sector automotriz y de vehículos eléctricos, una industria donde Geely es líder. Esto refleja una política industrial que fusiona automoción, comunicaciones satelitales y servicios digitales.
La operación de la constelación Geesatcom ya cuenta con 52 satélites en órbita y se propone completar 64 antes de finalizar el año. Una vez concluida la fase inicial de 72 satélites, la red ofrecerá cobertura casi en tiempo real en cualquier parte del globo, excepto en los polos. Con un potencial de 20 millones de usuarios, la red asegura hasta 340 millones de comunicaciones diarias.
Geespace ha mostrado agilidad en sus lanzamientos, utilizando plataformas marítimas para despegues, lo que indica una estrategia que prioriza la flexibilidad y rapidez operacional. Este enfoque ha permitido acuerdos en regiones como Oriente Medio, África y Latinoamérica, colaborando con más de 20 operadores nacionales, entre ellos, Orbith en Argentina.
La compañía enfatiza su capacidad de desarrollo integral, desde diseño hasta fabricación de satélites y terminales, lo que asegura una integración completa para sus clientes. Con su sede global en Hangzhou, Geespace se posiciona como un jugador clave en el sector espacial comercial, apuntando a industrias como automoción, logística y energías renovables.
El plan futuro incluye expandir la infraestructura satelital y preparar el terreno para una megaconstelación de banda ancha, lo que pondría a Geespace en competencia directa con gigantes como Starlink. Este ambicioso proyecto refleja el compromiso de China de consolidar una presencia fuerte en el mercado global de constelaciones.
Con la convergencia de la tecnología espacial y el sector automotriz, Pekín busca unificar esfuerzos y maximizar su impacto industrial, integrando la conectividad espacial como pieza fundamental en el desarrollo de vehículos conectados y autónomos. Este movimiento sitúa a China en una posición estratégica para liderar en sectores en plena transformación tecnológica.
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