Geert Wilders, líder de extrema derecha en los Países Bajos, ha amenazado con retirar el apoyo de su partido al gobierno si no se implementan medidas drásticas sobre inmigración. Durante una rueda de prensa sorpresiva, Wilders presentó un conjunto de propuestas, entre las que destaca el cierre inmediato de las fronteras a los solicitantes de asilo y la devolución de refugiados sirios. Aunque Wilders asegura no buscar la caída del gobierno, enfatiza que estas acciones son imprescindibles y critica a sus socios por no cumplir con lo prometido en las políticas de asilo. Sus declaraciones ponen en jaque a la coalición, de la cual el Partido por la Libertad (PVV) forma parte, al tiempo que presiona para endurecer las condiciones de acogida.
El descontento de Wilders se intensifica en un contexto político tenso, dado que su partido fue el más votado en las elecciones de 2023. La coalición de gobierno, que incluye al Movimiento Campesino-Ciudadano, Nuevo Contrato Social y el Partido Popular para la Libertad y la Democracia (VVD), enfrenta la amenaza de desestabilización si no se adoptan las estrictas medidas propuestas por Wilders. Estas incluyen, además, la expulsión de extranjeros que han cometido delitos y aquellos con doble nacionalidad. Wilders enfatiza que ya ha mostrado suficiente paciencia, recordando que renunció a ser primer ministro para que la coalición pudiera formarse. Con su ultimátum, el conflicto por el control de la política migratoria en Países Bajos podría cambiar el rumbo del gobierno actual.
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