Madrid.— En el congreso Hot Chips 2025, NVIDIA ha arrojado luz sobre su nuevo SoC GB10 Grace Blackwell y el sistema DGX Spark, marcando lo que muchos expertos consideran una nueva fase en la estrategia de inteligencia artificial de la compañía, orientada a llevar la potencia de los data centers a los espacios de trabajo personales.
Los productos prometen un rendimiento excepcional en formatos más compactos, lo que facilita el prototipado, ajuste y ejecución de modelos de IA que antes requerían grandes servidores. El GB10 SoC es un chip multi-dielet que combina CPU Arm con GPU basada en la arquitectura Blackwell de NVIDIA, y todo ello en un proceso de fabricación de 3 nm de TSMC.
El sistema DGX Spark es un nuevo enfoque de “superordenador personal” basado en el GB10. Se han anunciado colaboraciones con OEMs como ASUS, Dell, Lenovo y HP, lo que abre la puerta a diversas variantes en el mercado.
Al ofrecer 128 GB de memoria unificada y un rendimiento teórico de hasta 1 petaFLOP en FP4, este sistema promete revolucionar el prototipado y ajuste de modelos grandes de IA localmente. Además, su eficiencia energética permite realizar inferencias con menor consumo, facilitando el trabajo a investigadores y pequeños equipos de desarrollo.
Sin embargo, el camino no está exento de retos. La disponibilidad y el precio siguen siendo incógnitas, y mantener un consumo de 140 vatios puede suponer desafíos de refrigeración en entornos de escritorio. Además, la dependencia del hardware local podría no ser tan atractiva para aquellos acostumbrados a utilizar infraestructura en la nube, que ofrece escalabilidad sin los costes y requerimientos físicos de un equipo local.
Con el GB10 y DGX Spark, NVIDIA no solo apunta a diversificar el hardware y democratizar el acceso a la IA potente, sino también a poner presión sobre competidores como AMD e Intel. Este movimiento estratégico busca posicionar el ecosistema Blackwell no solo en grandes centros de datos, sino también en escritorios y laboratorios, ampliando así las posibilidades para desarrolladores y empresas medianas.
Con todo, la adopción masiva dependerá de cómo NVIDIA y sus socios resuelvan cuestiones de precio, disponibilidad y integración con el ecosistema de software existente. Esta nueva apuesta promete redefinir el acceso y uso de la IA, pero su éxito dependerá de la ejecución impecable de estos aspectos clave.
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