Tras la multitudinaria celebración de la corrida de San Isidro en la que Morante salió por la puerta grande, el personal médico del Samur tuvo que intervenir para atender a varias personas que abarrotaban un local cercano. Los servicios de emergencia se desplazaron rápidamente al lugar después de que se reportaran múltiples incidentes debido a la aglomeración de aficionados taurinos. La situación se tornó caótica cuando el entusiasmo por el éxito del torero provocó empujones y situaciones de riesgo entre los asistentes.
El operativo de emergencia contó con varias ambulancias y un equipo de profesionales que se encargaron de garantizar la seguridad y el bienestar de los afectados. Algunos de los presentes requirieron atención médica inmediata por mareos y caídas, mientras que otros recibieron asistencia por lesiones menores. La organización del evento destacó la rapidez y eficacia del operativo, agradeciendo la colaboración del público para restablecer la calma. Esta jornada festiva, marcada por el triunfo de Morante, concluyó con un llamado a la prudencia y al disfrute responsable en futuras celebraciones.
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