El presidente de Chile, Gabriel Boric, cuestionó la transparencia en las recientes elecciones en Venezuela, instando al régimen de Nicolás Maduro a ofrecer resultados verificables y permitir observadores internacionales independientes. Su postura fue rápidamente contraargumentada por el canciller venezolano, Yvan Gil, quien atribuyó las críticas a la incompetencia de Boric y defendió la autonomía electoral del país. De igual modo, el gobierno peruano bajo Dina Boluarte expresó su rechazo a los resultados, citando irregularidades. Además, cancilleres de diversos países latinoamericanos emitieron un comunicado exigiendo garantías de un conteo transparente y la plena representación de la voluntad popular venezolana.
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