Cinco de las siete asociaciones de jueces en España han convocado un paro en el Tribunal Supremo para el próximo 28 de junio, seguido de una huelga los días 1, 2 y 3 de julio. Esta acción ha sido impulsada como respuesta a la falta de soluciones a problemas estructurales que afectan al poder judicial, incluyendo la sobrecarga de trabajo y la carencia de recursos suficientes para una efectiva administración de justicia. Las asociaciones buscan ejercer presión sobre el gobierno para que aborde estas cuestiones y garantice mejores condiciones para los profesionales del sector.
La convocatoria subraya un creciente descontento entre los magistrados y refleja una preocupación persistente sobre el estado de la justicia en el país. Las asociaciones esperan que este paro y huelga sirvan como un llamado de atención a las autoridades para implementar reformas necesarias. La decisión de llevar a cabo estas acciones coordinadas señala una etapa crítica en las relaciones entre el poder judicial y el gobierno, destacando la urgente necesidad de diálogo y resolución efectiva de los problemas que aquejan al sistema judicial español.
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