La economía global enfrenta un panorama de desaceleración en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en los años siguientes. Los expertos económicos advierten que esta tendencia continuará hasta 2027, cuando se espera que el crecimiento se estabilice en su nivel potencial. Esta proyección ha generado preocupación entre los analistas, quienes señalan que varios factores, como la incertidumbre geopolítica y las tensiones comerciales, podrían influir negativamente en el desempeño económico mundial. Además, el impacto de las políticas monetarias y fiscales será fundamental para determinar la trayectoria del crecimiento en los próximos años.
La estabilización en el nivel potencial del PIB en 2027 sugiere que la economía podría estar entrando en una fase de madurez, lo que implica menores tasas de expansión en comparación con periodos anteriores de auge. Se espera que esta desaceleración impacte en diversos sectores, desde la inversión extranjera hasta el empleo y el consumo. Los gobiernos y organismos internacionales están llamados a implementar estrategias coordinadas para mitigar los riesgos y fomentar un entorno económico más resiliente. La atención se centra ahora en medidas que puedan impulsar la innovación y la productividad, factores clave para sostener un crecimiento económico sostenible a largo plazo.
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