Las fuerzas de seguridad sirias del nuevo Gobierno interino han concluido una operación de cuatro días en la ciudad de Homs, centrada en capturar a miembros del antiguo régimen del derrocado presidente Bachar al Asad. Según informó la agencia oficial de noticias SANA, la Administración de Seguridad Pública llevó a cabo esta campaña con el objetivo de «peinar los barrios de Homs» para desmantelar almacenes de armas y detener a «criminales que perjudicaron al pueblo sirio» durante los trece años de guerra civil. Aunque las autoridades no especificaron el número de arrestos, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que al menos 650 personas fueron detenidas, denunciando casos de maltrato y tortura entre los detenidos, que incluyen antiguos oficiales y agentes del régimen.
Tras la conclusión del operativo en Homs, las fuerzas sirias se retirarán de la ciudad, mientras que la coalición rebelde ha instado a la población local a reportar posibles abusos por parte de sus miembros. Paralelamente, se ha iniciado una nueva «campaña de arrestos masiva» en la provincia de Latakia, según el Observatorio, que vigila los desarrollos desde el Reino Unido con colaboradores en tierra. Las recientes acciones se enmarcan en un proceso más amplio del gobierno sirio, que ha establecido «centros de reconciliación» para tratar de integrar a militares y miembros de seguridad del antiguo régimen, exceptuando a aquellos acusados de crímenes de sangre.
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