En medio de un contexto internacional cada vez más complejo, las elecciones en Alemania adquieren un matiz especial. Las recientes declaraciones del líder conservador Friedrich Merz, favorito para convertirse en el próximo canciller, revelan una preocupación creciente sobre la política de defensa transatlántica. Merz ha instado a Europa a prepararse para una posible retirada del compromiso de defensa mutua de Estados Unidos bajo Donald Trump, sugiriendo incluso que Francia y el Reino Unido asuman la protección nuclear de Alemania. Este cambio de enfoque pone de relieve una reevaluación profunda de la política exterior alemana y un reconocimiento de la necesidad de una defensa más autónoma, en un contexto en que las alianzas de defensa tradicionales ya no se consideran garantizadas.
Durante la recta final de la campaña electoral, tanto Merz como el actual canciller Olaf Scholz han aludido a la influencia perturbadora de Trump en la política internacional. Las referencias a las recientes críticas desde Washington, especialmente por parte del vicepresidente estadounidense J. D. Vance, han intensificado el debate en Alemania sobre la relación con Estados Unidos. Scholz no ha dudado en criticar el estilo “transaccional” de la política estadounidense actual, echando mano de un discurso que apela a los valores alemanes de cooperación y beneficio mutuo. Con un escenario electoral fragmentado, donde el partido CDU/CSU lidera las encuestas seguido de cerca por la extrema derecha de AfD, el resultado de las elecciones y la consiguiente formación de coaliciones será crucial para definir el rumbo futuro de Alemania, especialmente en su política exterior y de defensa.
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